En el ámbito de las licitaciones públicas en España, la clasificación CPV (Vocabulario Común de Adquisiciones) juega un papel fundamental para organizar y categorizar los contratos de modo que puedan ser fácilmente descubiertos y ordenados. Esta clasificación, creada por la Unión Europea, se compone de una extensa lista de categorías y subcategorías que suman casi 10.000 términos, lo que a veces dificulta la elección del CPV adecuado para una licitación determinada.
La estructura del vocabulario CPV se organiza en Divisiones, Grupos, Clases y Categorías, formando un árbol jerárquico. En el primer nivel, las Divisiones, se encuentran 43 términos, y dependiendo de la división, grupo, etc., el número de elementos es variable. Esto puede generar cierta complejidad a la hora de elegir el CPV correcto para una licitación, especialmente si se considera que una licitación pública puede estar clasificada bajo distintas categorías (CPVs) y que cada lote puede tener clasificaciones independientes.
Con Licigator puedes crear alertas basadas en CPVs
Para facilitar la elección del CPV adecuado, se han creado guías con recomendaciones sobre cómo elegir CPVs y escribir títulos para una licitación, así como herramientas para sugerir y evaluar. Sin embargo, debido a las limitaciones o dificultades en la aplicación del sistema, la búsqueda por CPV no debe ser la única forma de buscar licitaciones, ya que se podrían pasar por alto licitaciones que no han sido clasificadas de forma precisa. Nuestro consejo es que siempre que puedas, combines tus alertas con palabras clave o expresiones y su estado.
Los CPV son fundamentales en el mundo de las licitaciones porque:
- Organizan y simplifican la búsqueda: Gracias a estos códigos, las empresas pueden encontrar fácilmente las licitaciones que se ajustan a sus productos o servicios, sin tener que revisar una a una todas las publicaciones.
- Facilitan la comparación: Al utilizar un sistema de clasificación común, es más sencillo comparar las diferentes licitaciones y elegir aquellas que ofrecen mejores condiciones.
- Aumentan la transparencia: Los CPV contribuyen a hacer los procesos de contratación pública más transparentes y accesibles para todas las empresas.
El Vocabulario Común de Adquisiciones (CPV) está organizado de forma jerárquica, lo que significa que los términos se agrupan en niveles cada vez más específicos. Esta estructura en forma de árbol facilita la búsqueda de los códigos adecuados.
Niveles jerárquicos de los CPV
- Divisiones: Son las categorías más generales. Representan grandes áreas de actividad, como obras de construcción, suministro de bienes, servicios, etc.
- Grupos: Agrupan productos o servicios similares dentro de una división. Por ejemplo, dentro de la división de «Obras de construcción», podríamos encontrar el grupo de «Construcción de edificios residenciales».
- Clases: Definen categorías más específicas dentro de un grupo. Por ejemplo, dentro del grupo de «Construcción de edificios residenciales», podríamos encontrar la clase de «Construcción de viviendas unifamiliares».
- Categorías: Son los términos más específicos y detallados. Aquí se encuentran los códigos numéricos que identifican de forma precisa un producto, servicio u obra.
- Ejemplo práctico: La adquisición de un ordenador
Ejemplo práctico: Buscar contratos públicos para el suministro de ordenadores
Imaginemos que una administración pública quiere comprar un ordenador. Para encontrar el CPV adecuado, seguiríamos esta estructura:
- División: «Suministro de bienes».
- Grupo: «Equipos de oficina y de tratamiento de la información».
- Clase: «Equipos informáticos».
- Categoría: Aquí encontraríamos un código específico para ordenadores, como «Ordenadores portátiles» o «Ordenadores de sobremesa».
Puedes usar nuestro constructor de filtros y alertas tecleando las palabras clave para ese CPV, por ejemplo esto sucede si busco «Ordenador»

El CPV es como un árbol genealógico de los productos y servicios. Al ir descendiendo por los niveles, nos hacemos cada vez más específicos hasta encontrar el código exacto que necesitamos. Esta estructura jerárquica garantiza que todos los productos y servicios tengan una clasificación única y precisa.